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Arquitectos: Ignacio Rojas Hirigoyen
- Área: 85 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Pablo Casals Aguirre
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Proveedores: Arauco, Feltrex, Kitchen Center, Adobe, AutoDesk, Dinal, Led Studio, MK, Microsoft, Trimble, Typar
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Catalina es una vivienda unifamiliar de 85 m² ubicada en Punta de Lobos. Pequeña localidad de pescadores y surfistas en la costa de Chile. El lugar a tenido un fuerte desarrollo inmobiliario en los últimos años producto de su potencial, ha provocado un alza sostenida en el valor de los terrenos.
En vista de esto, el sitio con el que se contaba para el desarrollo del proyecto era de dimensiones reducidas (335 m²) con una pendiente que se debía ser considerada. La obra se emplaza dentro un condominio denso. Quebrando los ángulos de sus fachadas y cubiertas, diferenciando su aspecto por medio del contraste entre los materiales, texturas y reflejos en sus caras, la vivienda toma cierta distancia de su entorno destacándose dentro del contexto que la rodea.
Lo que en principio parecían restricciones para el proyecto, se convirtieron en oportunidades. Permitieron definir formalmente la obra. La estrategia fue: elevar la casa sobre pilares para despejar el reducido terreno, buscando también con esto las vistas hacia el mar y las olas que son el principal atractivo del lugar. Encargada por una familia que pasa gran parte del día en la playa.
Por esto la edificación cuenta con dos dormitorios pequeños y un baño, no obstante áreas comunes amplias que se vinculan espacialmente entre ellas, donde se realizan la mayor parte de las actividades del hogar. En su interior, la luz es protagonista. El acceso resalta por medio de una gran lucarna que distingue la entrada invitando a levantar la vista al cielo.
Se resaltan los matices de luz a lo largo del día, al bañar los planos inclinados del cielo donde al igual que en los muros, se alternan las materialidades y las texturas entre el blanco y la madera.
La madera también bajo el sol, atestigua el paso del tiempo pasando de los tonos blanquecinos al dorado resaltando también su veta. Cuenta con generosos ventanales hacia el poniente para rescatar las vistas del océano y el recorrido solar del Norte, asegurando una buena iluminación durante gran parte del día. Se muestra en cambio más bien hermética hacia la calle y al Sur, de donde provienen los vientos y lluvias predominantes durante los temporales de invierno.
La madera es una de las principales actividades económicas del sector, por lo que la casa está construida íntegramente en este material que abunda en los bosques circundantes. Por lo mismo, se aprovechó la mano de obra local experta en carpintería y se desarrollaron detalles en base a las técnicas vernaculares de construcción en madera propia de la zona.
Por otra parte la madera entrega propiedades sísmicas ideales para las condiciones que imperan en Chile, tomando en cuenta el fuerte terremoto y tsunami que afecto a la localidad el año 2010 el cual permanece muy presente en la memoria de los lugareños. Con esto, se resguardó un requerimiento de economía y sustentabilidad, el cual era un requisito forzado para el encargo de arquitectura por parte del cliente.